Con el festival de Eurovisión reciente hay que tener varios puntos en cuenta para hacer un análisis más allá de lo musicalmente hablando.
El primer punto es animar a la reflexión personal. Chanel es una persona que trabaja a diario por conseguir un sueño, tiene claro cuál es su objetivo. Tan digno y legítimo como el de otras personas. Cuando ganó el Benidorm Fest se llevó a cabo un acoso hacia su persona que llegó a ser vomitivo. Personalmente me gusta más la canción de Rayden, la escucho a menudo, pero siendo honesto de cara al festival Chanel era la que más posibilidades tenía de quedar bien. No podíamos cometer el mismo error de aquel año que dejamos fuera a Ana Guerra y Aitana con “Lo malo”. Aun así hubo una parte de la sociedad que mostró su descontento con insultos hacia la figura de Chanel, con el único objetivo de dañar el prestigio de la que ya era representante de España en Eurovisión. Mantenerse al margen y no hacer autocrítica es algo inaceptable hoy en día. Máxime cuando vemos que cada vez el acoso, el bullying o la intimidación entre las personas jóvenes va en aumento. Las sociedades avanzadas lo son cuando se vive en armonía y con respeto dentro de la pluralidad de opiniones.
En segundo lugar hay que analizar que el festival lleva tiempo con unas connotaciones políticas palpables. No desmereceré a los vencedores. Pero que en los análisis de varias personas consideradas “Eurofans” y profesionales de la materia se diera de facto como ganadores a los ucranianos, antes de celebrarse el festival, aunque no estuvieran entre los tres favoritos quiere decir que al final todo tiene su lado injusto. Se alzaron con la victoria gracias al voto popular. Legítimo y justo, pero al final se constató que hay una diferencia de criterio entre los profesionales del mundo de la música y el pueblo.
El tercer punto lo dejo para un trago amargo que pasé justamente en el post-festival. Estaba ya en casa y estaba viendo como atendía a todo el mundo nuestra representante. Llegó un momento que casi al borde de un ataque de ansiedad se quitó los cascos y pidió por favor que la dejasen, quería irse con sus padres. Se le notaba agotada y agobiada, pero ahí estaban todas las personas intentando tener un minuto de gloria al lado de Chanel. Las mismas personas que cuando el resultado no es tan bueno pasan por encima del asunto.
Ahora no paran las entrevistas, los eventos y los paseos por diferentes programas / shows. No tengo duda de que el verano va a ser muy fructífero para ella y sus bailarines, pero por favor dejen descansar a Chanel.
Reflexionen sobre la forma de actuar cuando no nos gusta una decisión. Las personas tenemos la fuerza de luchar por aquello que queremos, pero a veces, cuando las fuerzas flaquean, una actitud, un gesto o insulto puede hacernos caer en nuestra lucha. Seamos respetuosos con las personas que crean contenido, sea del tipo que sea.
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