Excelente la noticia del Consejo de Ministros dotando de competencias a los Ayuntamientos para rebajar el Impueso de Bienes Inmuebles (IBI) en función de la calificación de eficiencia energética del edificio. Habría que recordar que dicha calificación es una escala que marca el nivel de contaminación de emisiones de CO2 en la atmósfera que genera cada edificio para mantener el adecuado grado de confort en su interior durante el proceso de calefacción y refrigeración del mismo. De esta manera edificios poco contaminantes alcanzan calificaciones A y B, mientras que edificios muy contaminantes alcanzan calificaciones F y G.
La pregunta que inmediatamente surge es de qué manera afectará esta decisión a las comunidades de vecinos y cómo se verán beneficiadas de manera directa.
En primer lugar se beneficiarán aquellos edificios proyectados a partir de julio de 2012, fecha de la última modificación del Código Técnico de Edificación (CTE) en su apartado de Ahorro de Energía. Estos edificios poseen, en general, una calificación energética B, por lo que se verán beneficiados con una rebaja del 16% sobre el valor del IBI.
También se verán beneficiados aquellos edificios anteriores a 2012, pero posteriores al año 2006, año de la implantación del CTE. Estos edificios poseen, en general, una calificación energética C, por lo que la rebaja podría alcanzar un 12% sobre el IBI.
Los edificios construídos antes del Código Técnico de la Edificación del año 2006, incluso aquellos de muy alta calidad constructiva, poseen calificaciones energéticas D y E, con lo que la rebaja en el IBI podría ser del 8% y el 4%, respectivamente.
Por último, para aquellos edificios anteriores a 1981 la gran masa del parque de vivienda en España carentes casi en su totalidad de aislamiento térmico y alimentados por combustibles fósiles muy contaminantes, no habrá rebaja en el IBI, dado que por sus características constructivas y de acondicionamiento térmico se encuentran entre las calificaciones F y G.
Entonces, ¿qué debería hacer una comunidad de vecinos para optar a una rebaja del IBI? La respuesta es sencilla: acometer reformas importantes en el edificio, al menos desde el punto de vista energético. Ello pasaría por sustituir las viejas calderas comunitarias de carbón o gasoil por otras de energías renovables como las calderas de biomasa; o modificar los sistemas comunitarios de calefacción por otros individuales mediante bombas de calor de alta eficiencia; además de incorporar aislamiento térmico en los cerramientos del edificio, fachadas y cubiertas. De ese modo el edificio alcanzaría una calificación energética alta, consiguiendo no sólo una rebaja en el IBI, sino un ahorro importante en la factura de calefacción o refrigeración. En la actualidad existen ayudas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para la mejora sustancial de los elementos de acondicionamiento térmico en los edificios, las cuales pueden alcanzar hasta el 50% del coste de las obras. El problema, como siempre que se habla de una comunidad, no es sólo el económico, ya que hay que poner de acuerdo a los vecinos.
Fidel Piña Sánchez. Arquitecto. www.fidelpina.wordpress.com
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