En nuestro pecado, llevaremos nuestra penitencia

Hace pocas semanas escribí un artículo que versaba sobre la hipocresía, no es que me quiera repetir pero cada vez me resulta más evidente que es uno  de los valores nefastos que esta sociedad ha adquirido. Reconociendo que a veces todos, incluido yo, cometemos el error de ser hipócritas, no es en sí el problema si sabes reconocer el error, el problema reside en la falta de autocrítica y autoexigencia social en general para combatirla. Se puede ser en determinados momentos un hipócrita pero por error, por falta de visión de la situación… pero  lo bueno y lo que realmente importa es reconocer que estás en la tesitura errónea, que has sucumbido ante una corriente o postura que te ha arrastrado, situación que una persona responsable debe intentar depurar y limpiarse, como esos feligreses que se arrodillan y confiesan sus pecados.     

Entramos en una semana pomposa, al igual que en las ferias y fiestas de verano, los municipios se llenan de forasteros y los estudiantes van regresando,  que dan alegría y sensación de vivir en un municipio mayor. Como en la viña del Señor hay de todo, desde l que se siente identificado y disfruta de sus conciudadanos, hasta el que llega con aires de superioridad. En los políticos pasa algo similar en esta semana. Van saliendo de sus madrigueras, van bien vestidos para la ocasión, derrochando fe y pasión.

Risas y fotos es lo que rodea el lugar donde se encuentran, sus trajes brillan, las mantillas con algo de polvo pero bien presentadas. Fotos y situaciones que si no fuese porque las cámaras ya fotografían en color, la foto reflejaría otro momento de la historia de España más retrógrada y donde la libertad brillaba por su ausencia. No  caen en que al cura de la iglesia o al jerarca se le puede engañar con cara de pena, pero el día que tengan que rendir cuentas no podrán contar mentiras ni falacias e incluso ni tan siquiera podrán culpar a Venezuela, pues ante el Altísimo sólo hay un camino y es el de la verdad. Se darán cuenta que hay valores morales y asuntos de fe que no se pueden comprar con una mantilla y con lo que hoy se denominaría postureo de algunos de nuestros políticos.

Cuando hablo de ese postureo no lo hago en el sentido  de hacerme resaltar mi faceta progresista o alguna otra. Eso es algo que los políticos hacen bien, sobre todo eso que critican los abusos y privilegios de una parte de la curia en televisión y luego se reúnen con ellos. No pensaba introducir esta visión pero me resulta destacable que el Alcaldable por Madrid Carmona, se reúna con Monseñor Rouco Varela,  después de criticar y resaltar su forma de actuar y no es que se reúnan, es que tienen intención de establecer buenas relaciones  entre ellos. Menos mal que está del  lado de los más desfavorecidos, y no es justo los desahucios y que él se reforme un espacio por millón y medio de euros, en fin lo de siempre, por la boca muere el pez. Sí, la hipocresía esta en todos los ámbitos. Yo, yo, yo, para destacar lo que ha elaborado o lo que va hacer. Eso, se llama ego y no es una de las características más adecuadas para un buen católico.

Claro a eso hay que añadirle las fotitos de estos dirigentes engalanados, haciendo gala de su profunda fe y de lo bueno cristiano que son. Señores menos misa pública y más en la vida íntima. En el domingo de Ramos divagaba si se puede ser buen cristiano católico y actuar como lo hacía la Roma antigua. No digo esto sin más, sin fundamento, sin base, sino porque si fuese ministro, presidente del gobierno Nacional o de una Comunidad Autónoma y fuese tan católico me resultaría muy difícil explicar algunas actuaciones ante el Altísimo. Me costaría reconocer que tras cuarenta años el franquismo no sea oficialmente condenado. No sabría explicar el fundamento de la nueva ley de ciudadanía, aunque viendo lo primero, se intuye lo segundo. Por si todo esto es poco me daría vergüenza   explicar cómo mi falta de autocrítica y mi falta de valores honrados  y honestos llevan a mi partido a presionar a los medios privados para callarlos y en los públicos priman los criados míos. Luego dicen que es casualidad que el Franquismo siga sin estar condenado oficialmente, si, ya lo entiendo. Un periodista destituido de su programa por interese políticos, que si vuelve es por la presión ejercida a través de las redes sociales, otro periodista destinado de un día para otro, nada más y nada menos que a Argentina, así sin más, pero eso í en España hay libertad de  expresión. Bonita ironía.

El mayor problemas es que muchas personas obvian la política, tema arduo, pero necesario. Los políticos son los encargados de establecer leyes; establecer los precios por crédito en la universidades, cada vez más altos; establecer tasas judiciales; recortar en derechos laborales y sociales;  y aún así hay personas que todavía no se enteran de que va el argumento de esta película.

Algo que envidio de mis abuelos o bisabuelos, es que ellos aún no siendo políticos, entendían de política, siendo igual o más aburrida que hoy en día, pero sabían cuando merecía la pena protestar y luchar por unos derechos que ahora tanto en el ámbito laboral como social se ven en retroceso, no os interesa la política, hay que pensar y razonar y eso cuesta. Como ovejitas irán muchos a votar, los mismos quizás gobiernen o estén en la cúpula del poder. Será nuestro pecado y acarreará una dura penitencia.