En los últimos días hemos visto como el Gobierno central ha impulsado políticas para frenar la pérdida de activos en los municipios. No sólo es eso, sino que ha apostado por hacer ver a toda la ciudadanía que vivir en lugares más pequeños puede ser una alternativa que la actualidad nos brinda.
El Gobierno de Castilla-La Mancha también se ha sumado en la apuesta. Su incontestable labor para frenar la pérdida poblacional de los municipios es indiscutible. Así como la diputación de Ciudad Real se está esforzando por frenar dicha pérdida. La apuesta por el turismo de interior, gastronómico y cultural que cada territorio ofrece es una gran oferta nacional e internacional. Seguro que sucede algo similar en todas aquellas zonas donde el déficit poblacional es un problema estructural.
Es por todo eso que no puedo estar en consonancia con la tesis de que lo importante no es llevar la WIFI al campo como se decía hace unas semanas. La igualdad tecnológica es un objetivo que los diferentes gobiernos están solventando con acierto. El teletrabajo y las nuevas oportunidades que se brindan están ahí.
Sin embargo hay algo que reside en el contrapunto y por el que en cierta parte son culpables también. Siempre con la sensación de que es algo que se desconoce, pero la pérdida poblacional es la consecuencia de la puesta al frente de las candidaturas municipales de gente no preparada en el mejor de los casos. En el peor de los casos es poner a personas que se dedican a maltratar y engañar al talento municipal.
En los municipios es donde se debe llevar la labor de mantenimiento y fomento de la población local. Vamos tarde es cierto, pero cada municipio tiene sus habitantes con luz. El talento está ahí, otra cosa es que se quiera tener un municipio como un cortijo. Un municipio se muere cuando el talento y la juventud se sienten perseguidos. Un pueblo que no ve progreso se siente triste y abocado a la destrucción.
Las personas que en un municipio viven, luchan por mantener a flote el barco. Da igual lo fuerte que sople el viento y lo grande que sean las olas, la ilusión y la fuerza siempre los mantiene fuerte. Sin embargo la lucha constante lleva a un desgaste que provoca esa migración hacia la ciudad u otros municipios. Eso no es un beneficio del lugar de llegada, sino una derrota del municipio del que parten.
¿Son culpables los superiores políticos de esos malos gobernantes que amparan ante tal persecución? Sinceramente creo que es desconocimiento. Algo que seguirá existiendo pues se anda demasiado entre moquetas y poco a pie de calle. Pero creo que no son culpables más allá de que una vez que son conocedores de estas actitudes moralmente deplorables no hacen nada. Si toman conciencia y toman “cartas en el asunto” serán salvadores. La mentira no puede ser nunca amparada en las instituciones, y mucho menos la actitud de sacar un rédito económico y social por ostentar un cargo, a veces no sólo condenable éticamente, sino jurídicamente.
¿Son culpables el Gobierno regional o nacional de eso? No. Dudo mucho que a esas alturas sean conocedores de cada problema local. Pero no es menos cierto que si la despoblación es un objetivo principal habrá personas encargadas gubernamentalmente para analizar el motivo.
La despoblación es un problema a combatir y por eso doy la enhorabuena al Gobierno regional, provincial y nacional por ser conocedores de ello. Pero deben buscar los motivos de dicha migración nacional e internacional. Pero no dejo de mostrar mi oposición a la propuesta de candidatos/as a listas cerradas y sin consultar la actitud de los dirigentes locales. Porque a veces se vota entre susto y muerte. Ello lleva a que un partido suba más que otro y al final la ganadora sea la abstención o el voto nulo. Que en algún municipio suman más entre los dos que quien gana las elecciones. Eso sólo provoca que no se valore el talento local por motivos personales y el final sea la partida hacia otro lugar de la geografía española o internacional.
Todos estamos ideológicamente en un lugar. Donde queremos y donde más representados nos sentimos, pero las injusticias siempre hay que ponerlas sobre la mesa. Quizás no lo lea Emiliano García Page, ni ninguna persona que forma su consejo de gobierno. Quizás no lo lea ningún político del congreso, ni del actual Gobierno. Ni tan siquiera quizás los dirigentes de la provincia. Pero si me pronuncio ante las injusticias internacionales y el objetivo es buscar un mundo donde se pueda vivir en paz y armonía, ahora no podía callarme aunque nadie lo comparta.
Quien calla ante el abuso social y de poder no es mejor persona que quien abusa de sus conciudadanos/as y/o compañeros/as
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